Hoy, día internacional del teatro, tengo todo un repertorio de actividades interesantes para compartir con ella, en fin, ella ni siquiera se enteró.
Llamo por teléfono y nada, saber que nadie contestará cuando llamas, lo convierte en una actividad absurda, pero necesaria. Pasé una excelente tarde de teatro con mis amigos actores, son simplemente geniales.
Mañana se clausura el “Eurojazz”, por supuesto también la invito.
Ya ni siquiera contesta que no puede.
Ahora entro en una empatía que hace días ya no tenía, la cual, me hace entender que no estoy loco, no del todo.
Que necesidad tengo de seguirla llamando, inventando detalles y pretextos, invirtiendo tiempo y dinero en alguien que no se toma la molestia de decirme: “Gracias no puedo.”
Sabía que algo así podría pasar, esto y cosas peores incluso sabía que ella podría pedirme que dejara de insistir y yo seguiría. No me rendiré eso es un hecho, pero parece que asta princesa no le importa mucho que el soldado siga bajo su balcón.
Algo está muy claro, los detalles, la insistencia, el ingenio, no enamoran a alguien. Es más que eso, tengo que lograr que me ceda un poco de terreno para poder hacer el contacto más cercano y continuo.
Estoy considerando dejar por completo de enviar mensajes de texto por celular, la religiosa e insistente costumbre de hacerme presente a diario con mensajitos, ahora puede estar a mi favor. Si los abandono, estoy casi seguro de que los extrañará, tal vez solo así conteste mis llamadas de vez en cuando. Así podría estar seguro de que hay alguien en casa.
Soundtrack: Pink Floyd - Nobody Home (The Wall Movie).
http://www.youtube.com/watch?v=JZkERB6dU_Y&feature=related
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