lunes, 8 de marzo de 2010

Día 37. Mordisko

Antes solía ir a su casa en la noche a cualquier hora, solo tenía que decirle que bajara a la entrada. Yo la esperaba con dos mordiscos (Galleta de chocolate rellena de helado de vainilla), ella los ama. Nos lo comíamos y platicábamos mucho. Abrazos y besos de vainilla, ahora ya no baja, ni siquiera contesta cuando le aviso. He tenido que regalar mordiscos a niños de la calle o a viejitos, para no tener que comérmelos todos yo o dejar que se derritan.

Esté no se derretirá.
Llené un empaque de Mordisko con un cuadro de unicel grueso, en el unicel escribí: “Que harás mañana?” y lo volví a cerrar.

Hace tiempo, tuve una mala época, ella y yo salíamos (o eso creo), su comportamiento comenzó a cambiar, traba de decirme algo y nunca lo hacía, traté de entenderla pero no lo logré.

Decidí alejarme de ella y se lo pedí. No respetó mi petición, nos seguimos viendo, nunca me negué a verla y traté de alejarla, creo que desde entonces ya la amaba. En esa época ella me regaló una enorme pieza de rompecabezas hecha de unicel. Nunca supe lo que significaba.
Al reverso de la falsa galleta de helado, dibujé una pieza de rompecabezas.
Ahora, en la noche del día 37, hay un helado inderretible escondido en un árbol de la Col. Del Valle. Esperando ser descubierto.

Soundtrack: Telepopmusik- Breathe

http://www.youtube.com/watch?v=VNcZd9BC_78

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