miércoles, 17 de febrero de 2010

Día 12. El día del Globo.

Es fácil hacer sonreír a la gente en esta ciudad.
Entre la rutina y el tumulto, la mayoría olvida que existen cosas sencillas y elementales, específicamente diseñadas para recordarnos que no todo es serio, que tal vez Dios nos mandó acá abajo para pasarla bien, cosas tan básicas como, un globo…

Voy caminando la tarde del día 12, hacia la casa de la princesa. Llevo un nuevo mensaje, esta vez escrito en un alegre globo azul de esos que vuelan.
La gente que me ve pasar me mira de reojo y sonríe, los niñitos gritan, señalan y se ríen.

“Que chavo tan vasiado” dice un señor.
Eso me recuerda que alguna vez en Buenos Aires, noté que la gente que camina por la calle canta, si, canta. Que canta? Pues canta todo. Tangos, boleros, románticas, rock, yo que sé.
Los porteños caminan y cantan sin que la pena los limite.
Aquí nadie canta, aquí nadie hace nada. La gente solo mira, critica en voz baja y deja la vida pasar frente a ellos.

Decido cantar. Canto “Zoom” de Soda stereo
Ahora, soy un tipo que va con un globo cantando por la calle.

Mi globo lleva un enorme hilo de nylon de alta resistencia.
El objetivo: Atar el globo frente a la casa de ella. Dejar el hilo correr tanto que el globo no se vea por la gran altura. Llamarla y hacerla bajar. Verá el hilo y lo jalará poco a poco, cuando descubra el globo leerá: “Como sigues linda?” Escrito sobre el azul del látex.

El plan no resultó tan fácil, la corriente del aire no me dejó elevar el globo a más de 3 metros.
Un vecino que salió me miró con suspicacia, por lo que temí que si dejaba el globo solo y ella se tardaba en bajar el tipo podría regresar a ver de que se trataba todo.
Un tipo extraño estaba sentado cerca y no dejaba de mirarme luchar con el globo contra las corrientes de aire.

Al fin, decidí esconder el globo en la copa de un árbol cercano y amarrarlo a otro arbolito donde alguna vez le dejé a ella un regalo escondido.

Le envío un mensaje: “te dejé un regalo en el árbol de los tesoros, encuéntralo rápido no durará mucho, es azul y puede volar”
Me alejo rápidamente esperando que la suerte ayude al pobre globo que queda a la deriva atado a una ramita.
Anochece.
Una hora después, recibo un mensaje “TE QUIERO, Gracias, no me siento bien”

Funciono!!!!!

Luciana, la linda bailarina argentina tenía razón cuando dijo que una laringitis es un buen pretexto para recibir detalles lindos.
La noche del día 12, siento que avancé algo, eso quiero pensar.

Soundtrack. Zoom, Soda Stereo
http://www.youtube.com/watch?v=4ZNQKbInmxc
 
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1 comentario:

  1. Yo sí canto por la calle ^^ ¡es genial! :D - Sigo tu historia desde ayer. ^^ ¡ánimo! Cada vez falta menos para los 100 días :B

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