miércoles, 5 de mayo de 2010

95 Lunes

A estas alturas en el fondo ya no espero casi anda de ella.
Me dice cobarde, incongruente, inseguro.

Cuando no tiene la amabilidad de cancelar una cita formal siquiera por teléfono.
No es dinero que gasté en equipo, no es la desilusión, no es saber que no le intereso.
Es caer en cuenta que es normal, que solo es uno quien idealiza y que espera cosas que los demás no son.
Sus razones pueden ser las que sean. Pero debería respetar mis días de espera para la sesión de fotos, respetar que le di el día más difícil para mi. Que estoy en problemas serios en el trabajo por ceder a su capricho de probarme.
No esperaba que viniera a fuerza, ni siquiera por compromiso.
Solo es que creía que la princesa que amo se tomaría la molestia de llamar, y con su propia voz decirme con anticipación que cancele.
En fin, sabía que cosa así iban a pasar… Me alegra que esto acabe, no por ella. Es solo que tirar tantas flores al escusado es, simplemente, deprimente.

Estoy un poco irritado es cierto, no molesto con ella, no podría estarlo, pero si un tanto desilusionado.

Le escribí que no entiendo y esto contestó:

“Juegas con fuego y después no entiendes?”

Yo no juego, cree que es un juego.

Le deseo lo mejor, aun es la mujer que amo, por lo menos en el momento en que escribo esto.
En fin, yo me retiro.

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